miércoles, 7 de julio de 2010

Quien quiera que seas

He leído esto
quien quiera que seas.
He comprendido eso.

Que soy tan mío como tan de nadie;
que soy poco o mucho
como quiera yo considerarme.

Si soy de alguien no lo sé.
Si soy de vida, de tierra, de Dios,
o mío, o de quien quiera que sea.

No tengo más dueño que nadie
y nadie existe sin alguien:
alguien quizás eres tú, o yo, o nadie.

Quien quiera que seas,
donde quiera que te encuentres,
por donde vengas,
a donde quiera que vayas.

Llegarás a mí: destino;
llegare a ti: morada;
Llegaremos juntos o
nos cruzaremos en el camino.

Seas o no seas,
sea o no sea,
nos conoceremos.

Soy tan tuyo, como eres tan mía;
soy tan de nadie, como tan mía es tu vida.
Te espero sentado, caminando o de prisa,
te espero llorando o con una sonrisa,

Mejor ni te espero, ni me esperas,
ni te creo, ni me creas,
que no se si existo y existas:
quien quiera que seas.

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